viernes, 27 de febrero de 2009

Navegar en un Proyecto

Algunos de los conceptos que para mi criterio son mayormente significativos, podrían fácilmente superar la importancia que poseen con respecto al ejercicio profesional y ubicarse más allá de la esfera de estos hacia una mas elevada, más relevante.
Por ejemplo la misma vida es justamente un esfuerzo temporal, del cual una vez que sea suplida la necesidad, luego de logrado los objetivos, logrado la máxima conciencia y realización en la faena existir, pierde razón de ser este proyecto desapareciendo, dejando como resultado un producto. O bien fallecemos. Cualquiera que suceda primero.
Por lo tanto desde ahí ya existe incertidumbre. La cual da nacimiento a la ansiedad que nos produce el manejo de los recursos y los tiempos, mientras oscilamos entre una zona de crisis a otra de confort.
Para procurar llegar a buen puerto, me asegurare de la fuerza de este barco, del aprovisionamiento, del mantenimiento. El viaje no es infinito, se llega o no se llega.
Una empresa, una organización y más específicamente sus proyectos navegan a través de la incertidumbre, a través del tiempo. Buscan procurar la puntualidad estas travesías, como su calidad, conforme lo programado.
"Conocimiento. Facultad de entender y juzgar las cosas. Conciencia, sentido de la realidad" Quien es tan osado para lanzarse al mar sin brújula, sin plan de navegación, sin alimentos? O más bien quien es tan tonto. En la organización a la que pertenezco urge el manejo y dominio de instrumentación, de métodos de control, de habilidades interpersonales, de comunicación efectiva, de conocimiento del tema, urge, como en la mayoría de las instituciones publicas.
Maximizar los resultados, sobrepasar los objetivos e ir más allá. Esa es la relevancia de la Administración de Proyectos dentro de una institución a veces anancefala, dominada por la entropía.
Fungir como un agente conciliador, impulsador, fundamentado y ágil. Aportar con eficiencia, eficacia.
La realidad es otra muy lejana de lo idealizado, sin embargo eso no debe jamás justificar la letargia. Debería más bien impulsar la iniciativa, propulsar el conocimiento, la experimentación, el trabajo.
No existe la necesidad de ser necio, pues todo esta inventado, solo falta aprender a navegar, elevar las anclas, tranquilo de haber disminuido el riesgo, pero alerta.
Sea la anterior una analogía para esbozar la vital importancia de disciplinas y destrezas administrativas. Visión, manejo de recursos, aprovechamiento de los tiempos, planificación, logística, contexto, ejecución oportuna y de calidad. La relevancia de la visión, del trabajo metódico, de la maximización de los resultaos, todo en previsión al naufragio de nuestros proyectos, evitando dejar a la deriva, nuestros sueños y nuestros emprendimientos.

viernes, 20 de febrero de 2009

El crepusculo

Como un espectaculo de colores,
como un dsfile de fantasias,
como un banquete,
pasan a traves me mis ojos los tiempos.