lunes, 22 de febrero de 2010

Carrera de relevos

Delfin, a veces no queda nada
y no es problema, pero duele
hace falta la piel,
hace falta la pupila exacta
la magia, se devanece y deja un vacio
para que mañana otra historia comience
impulsada por esta flor marchita
pero al fin otra historia.
de los besos, las caricias
quedan cenizas,
pero trasciende la escencia.
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1 comentario:

Julia Hernández dijo...

Y entonces quedará el recuerdo y seremos sobrevivientes,necios excéntricos buscando un sueño...siempre. Que estés muy bien. Un abrazo.